Como seguramente Ud, recordará, en la unidad 1 de esta asignatura tomamos la propuesta de Martínez Nogueira(2000) respecto a los atributos específicos de las universidades. Entre éstos, el autor indicaba los siguientes: “sujeción a criterios extraorganizacionales (profesionales, académicos, gremiales, políticos, ideológicos, etc.)” y “diversidad de criterios para la legitimación de los liderazgos (…) convalidados a través de criterios académicos y de la inclusión en redes sociales y profesionales que exceden a la propia universidad” (2000: 40-41. El destacado es nuestro).
Esta permeabilidad de la universidad a influencias externas, así como la preponderancia del poder del conocimiento sobre el poder de la autoridad o del puesto, son cualidades típicas de las burocracias profesionales; en éstas, tal como referíamos en el capítulo anterior, las estrategias tienden a manifestar un grado considerable de estabilidad. Las reorientaciones o revoluciones estratégicas están obstaculizadas a causa de la fragmentación de la actividad, la influencia de los profesionales individuales y sus asociaciones externas.
Tal como afirma Mintzberg: “El núcleo de operaciones es la parte clave de la organización profesional. La única otra parte que está completamente elaborada es el staff de apoyo, pero está muy centrado en atender las actividades del núcleo de operaciones” (2000: 208). De este modo, las universidades disponen de imprentas, bibliotecas, archivos, entre otros, que funcionan como soporte de la actividad académica, conformada por las tres actividades sustantivas que estudiamos en la unidad anterior: docencia, investigación y extensión.
Esta descripción se aplica a la dimensión académica de las universidades, en la cual los docentes e investigadores configuran el núcleo operativo profesional. Sin embargo, el personal de apoyo, ubicado en los planos administrativo y de soporte, suele estar rígidamente dirigido desde lo alto, como si se organizaran en enclaves maquinales dentro de la configuración profesional. “Así, lo que aparece frecuentemente en la organización profesional son jerarquías paralelas y separadas, una democrática y que va de abajo arriba para los profesionales, y una segunda de tipo maquinal y de arriba abajo para staff de apoyo”(Mintzberg, 2000: 209).
Resulta notable cómo, en esta descripción, se explicita la diferente estructura y mecanismos para adoptar decisiones en el plano académico, lo que Mintzberg llama profesionales, y en el administrativo, el staff de apoyo. En el ensamble de estas dos jerarquías, podemos comprender las particularidades que asumen los liderazgos y los movimientos de cambio o innovación en la institución universitaria.
A modo de cierre de esta primera parte de nuestro recorrido, le ofrecemos un resumen que nos permitirá clarificar y diferenciar los conceptos presentados hasta ahora: estructura, organización y configuración.
Bibliografía obligatoria
Toribio, Daniel Eduardo. La Evaluación de la Estructura Académica [en línea]. Buenos Aires: CONEAU, 1999 [fecha de consulta: 01 de diciembre de 2012].
Daniel Eduardo Toribio es docente en la Universidad Nacional de Lanus. Asimismo, actualmente ocupa del cargo de Director en la carrera Licenciatura en Educación y en el Ciclo de Licenciatura en Gestión Educativa de la misma universidad.