Tipos de organización académica
Habiendo definido claramente los conceptos de estructura y organización, nos detendremos ahora en la estructura académica de las universidades para discriminar los tipos de organización académica: facultades, departamentos, institutos, matrices y estructuras híbridas. Esto le permitirá a Ud. reconocer, en el marco de la complejidad de la organización universitaria, lo esencial de esta institución, lo que la diferencia de otras instituciones educativas en términos estructurales.
Para desarrollar este tema, tomaremos principalmente el trabajo que Toribio (1999) presentara como aporte a una convocatoria de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) para colaborar con elementos teóricos que sirvieran a la discusión en torno a la evaluación universitaria. De ese trabajo, en que el autor presenta algunos enfoques referidos a la estructura académica, nos interesa particularmente rescatar su síntesis de los modelos de organización por cátedra y departamentos (1999: 13-17).
La organización académica de las universidades está fuertemente influenciada por la presencia del conocimiento. Por lo tanto, para comprender su lógica, es necesario considerar las características que tiene el conocimiento moderno. Según Burton Clark (1991):
- ● Es cada vez más especializado. Esto da lugar a la aparición de una de las figuras típicas de las universidades actuales, el especialista.
- ● Se produce una progresiva autonomía entre las especialidades y respecto del conocimiento impartido en los niveles educativos anteriores.
- ● Su descubrimiento es una actividad abierta, difícil de sistematizar mediante estructuras racionales de medios afines. Esto repercute en la forma de organizar el trabajo académico.
- ● Es portador de herencias ancestrales que diferencian a unas disciplinas de otras.
Estas características permiten comprender que las actividades básicas de las universidades se dividen y vinculan por especialidad. Los académicos, entonces, se integran alrededor de los conocimientos especializados en unidades que se hallan débilmente acopladas entre sí. Esta forma de reunión es la base de la universidad como institución (Clark, 1992: 41).
Los criterios con los cuales de divide y agrupa el trabajo académico son básicamente dos:
- ● por establecimiento;
- ● por disciplina.
El establecimiento reúne a especialistas de diferentes disciplinas (contadores, abogados, pedagogos, matemáticos, historiadores), aunque es comprensivo en el sentido de que aglutina a especialistas y no especialistas (profesores, estudiantes, administradores). Tiene una localización física, aunque a veces se encuentra dividido en varios edificios. Esta manera de organizarse permite reunir a las distintas especialidades que se requieren para lograr un producto final, ya sea el graduado profesional o el conocimiento interdisciplinario. Esta es la modalidad organizacional más visible.
La disciplina, en cambio, se caracteriza por organizarse a partir de un campo de conocimiento y no se limita a un sistema nacional, sino que se extiende a nivel internacional. El trabajo de los académicos se organiza en torno al campo disciplinar (químicos con químicos, arquitectos con arquitectos, etc.), lo que favorece el desarrollo de la especialidad por el contacto e intercambio entre profesionales pertenecientes a la misma disciplina. Al consolidarse todo el conocimiento y las habilidades referidas a áreas específicas, se promueve la profundidad del conocimiento, algo muy valioso para el avance de la ciencia. También se propician la capacitación de los académicos y el control mutuo, así como la posibilidad de compartir información y desarrollos científicos.
Como sostiene Clark (1991), la organización disciplinar es primordial en la educación superior. Una muestra de ello consiste en que, al ofrecerle a un especialista cambiar de establecimiento o de disciplina, seguramente optará por cambiar de establecimiento. Con este argumento, el autor propone que la disciplina es la fuerza dominante en la vida laboral de los académicos.
También es necesario reconocer que esta doble agrupación y, por lo tanto, doble autoridad, genera tensiones. Las disciplinas presionan a las instituciones en defensa de la erudición y, en ocasiones, de la investigación, mientras que los establecimientos presionan a las disciplinas para que se ocupen de los estudiantes y, a veces, para que entablen contactos con otros campos.
Referencia bibliográfica
Durand, Julio. Problemática de la dirección de los departamentos académicos: algunos estudios relevantes [en línea]. En: II Encuentro Nacional La Universidad como Objeto de Investigación. Centro de Estudios Avanzados (1997: Centro de Estudios Avanzados de la Universidad de Buenos Aires). Buenos Aires: Equipo NAyA, 2002 [fecha de consulta: 11 de diciembre de 2012].
El Dr. Julio Durand es Profesor Titular y Director de la Escuela de Educación de la Universidad Austral. Se desempeña también como Director de Relaciones Internacionales y es miembro del Consejo Superior de la Universidad designado por la entidad promotora, ACES.
Como investigador responsable, desarrolla proyectos sobre colegialidad, gobierno universitario y equipos directivos, educación por alternancia y universidad, y mejora de la calidad e información académica. Además ha conducido una investigación sobre la profesión académica en Argentina. Posee numerosas publicaciones en torno a su campo de investigación.
Follari, Roberto y Soms, Esteban. Crítica al modelo teórico de la departamentalización. Revista de la Educación Superior [en línea]. Vol. X, N° 1(37), enero-marzo de 1981 [fecha de consulta: 11 de diciembre de 2012].
Roberto Follari es Doctor y Licenciado en Psicología por la Universidad Nacional de San Luis. Actualmente, se desempeña como profesor titular de Epistemología de las Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de Cuyo, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Asimismo, ha sido asesor de la OEA, de UNICEF y de la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria).
En el marco de su actividad académica, ha publicado numerosos libros y artículos especializados en las áreas de la filosofía, la educación y las ciencias sociales en general.
Esteban Soms actualmente se desempeña como investigador de tiempo completo en la Comisión de
Apoyo y Desarrollo Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (Unidad Azcapotzalco). En esta institución, su trabajo de orienta principalmente al estudio de problemas relacionados con la educación.