Modelos de evaluación en educación superior
En este apartado, haremos una revisión del contexto histórico en el que surgen la evaluación y acreditación de la educación superior. Tal abordaje del tema tiene por propósito comprender el origen de la preocupación por la calidad y advertir que el interés por el aseguramiento de ésta en Argentina no es una experiencia aislada. Al mismo tiempo, la contextualización le permitirá comprender cómo ha ido evolucionando el concepto de calidad y los mecanismos para asegurarla. A partir de la perspectiva adoptada por la cátedra, trabajaremos este tema tomando los aportes de Adolfo Stubrin (2010).
La evaluación y acreditación universitaria nacieron hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX en Canadá y Estados Unidos; ambas actividades surgen en el momento en el que los establecimientos tradicionales (colleges y schools) se unen a la universidad de investigación de origen alemán. De esa época datan las primeras agencias por zonas, cuyos objetivos eran la evaluación y acreditación de manera periódica de las instituciones de educación superior con el objetivo de obtener calidad y asegurar que estas instituciones utilizaran los recursos adecuados para garantizarla. Luego, más adelante en el tiempo, las asociaciones de profesionales de las distintas disciplinas crearon agencias de evaluación a nivel nacional a fin de que, a través del sistemas de pares, se evaluaran y acreditaran los programas de formación profesional conforme a determinados criterios que permitieran alcanzar los niveles deseados.
Por otro lado, en el siglo XIX, las universidades de Europa continental se habían convertido en instituciones públicas reglamentadas por el Estado; en éstas, la autorización estatal era esencial e indefinida para la creación de nuevas universidades, así como de nuevos títulos. De esta manera, se garantizaba la calidad al tiempo que se establecían contenidos curriculares uniformes y dotaciones presupuestarias. Es decir, es posible afirmar que existieron dos grandes modelos o mecanismos para garantizar la calidad de la educación superior:
- a) Países en los que la autorización indefinida para el funcionamiento de las universidades y para el otorgamiento de las titulaciones se encontraba centralizada en el Estado (matriz centrada en el Estado).
- b) Países en los cuales la matriz está centrada en la sociedad, como en el caso de las asociaciones profesionales de Norteamérica, que se corresponden con evaluaciones y acreditaciones periódicas.
A fines de la década de los noventa y comienzos del año 2000, eran pocos los países no pertenecientes a la Commonwealth que habían previsto mecanismos de evaluación y acreditación de manera generalizada. No obstante, podemos citar como ejemplo a Francia; este país, en 1982, creó el Comité Nacional de Evaluación, que actuaba en el ámbito de la presidencia de la nación. El comité creado en Francia implicó tomar las pautas de evaluación periódica norteamericana por parte de académicos independientes que producían dictámenes sobre la marcha de las actividades de la universidad. Brasil es otro ejemplo que ha tomado medidas en torno a la evaluación de la educación superior; en 1951, esta nación impulsó una política de modernización y desarrollo mediante la evaluación y acreditación de carreras de posgrado (maestrías y doctorados) por parte de pares académicos.
En los países en los cuales el Estado autoriza la creación de las universidades y las titulaciones, la evaluación y acreditación periódica son un complemento de la garantía del Estado respecto a la calidad de la educación superior. En los últimos años, ha aumentado considerablemente la cantidad de países europeos y latinoamericanos que han sumado, a los controles tradicionales, mecanismos de evaluación y acreditación periódica. Asimismo, tal como refiere Stubrin (2010), la influencia es de doble vía: en países como Estados Unidos, la supervisión de los procesos de evaluación y acreditación corresponde al Estado federal, ya que se trata de la garantía pública de calidad.
En términos generales, los países que han ido adoptando mecanismos de acreditación y evaluación ubican a las agencias como organismos del Estado; las razones que han propiciado su inclusión son variadas. En algunos casos, se busca poner orden al crecimiento caótico de las instituciones privadas y al crecimiento desmedido de la matrícula, en tanto que en otros casos se aspira a la modernización, a la obtención de préstamos externos y a la formación de recursos humanos.
En definitiva, es posible afirmar que, aunque con variantes, se ha generalizado la necesidad y la consecuente toma de medidas que garanticen a la sociedad la calidad de la educación superior a través de la implementación de procesos de evaluación, concepto que desarrollaremos en profundidad a medida que avancemos en este material multimedia.
Referencia bibliográfica
STUBRIN, Adolfo. Calidad Universitaria. Evaluación y acreditación de la educación superior latinoamericana. Bs. As.: EUBEBA-UNL, 2010.